de Francisco Javier Armero Iranzo, Juan José García Ayllón, Antonio López Alabau, Rafael Muñoz Bastit, Carlos Sáez Cuesta y Javier Sánchez Bolinches
Muchas veces me han preguntado por qué los naturalistas, los ornitólogos, observamos los pájaros. Difícil dar una respuesta; imposible intentar, además, que nos represente a la mayoría, pues, sin duda, habrá que ahondar, en cada caso, en las vivencias personales que conformaron nuestro particular universo emocional, frecuentemente ya desde la más tierna infancia. Trata uno entonces, torpemente, de racionalizar una cuestión que, en puridad, es genuinamente pasional. Y, como en un boceto de campo, acertamos a dibujar apenas unos trazos que señalan la emoción de la aventura, la fascinación por la belleza de formas, colores y sonidos de nuestros amigos alados; la pasión por la libertad y por los espacios abiertos, la curiosidad inquebrantable que nos lleva a intentar hallar, en el comportamiento de las aves, respuestas que, en última instancia, nos ayuden a comprendernos mejor a nosotros mismos…
Esto, sin duda, son razones ampliamente compartidas. Aspira uno, además, a que la mayoría de los observadores de aves no nos quedemos sólo en el mero disfrute estético, en tachar figuritas en la guía, o en la recopilación del dato científico; sino que tengamos también la sabiduría de incorporar la responsabilidad y la implicación personal en la conservación de las aves y sus hábitats, aunque sólo sea por devolver en parte a los pájaros esos instantes de dicha inolvidables que nos brindan sin condiciones. En este sentido, transciende notablemente la actividad incansable de los autores de esta obra, quienes no sólo han implantado e impulsado la ornitología en la comarca de Requena-Utiel, alcanzando cotas de conocimiento de la avifauna de las que todavía están muy lejos la mayoría de comarcas valencianas, sino que, además, han sido y son los más firmes y constantes defensores de las aves y del patrimonio natural comarcal en su conjunto. Allá donde la máquina, la idea peregrina o el mal corazón han amenazado a la fauna, la flora o los paisajes de la comarca, no ha faltado nunca su compromiso generoso, su sabia argumentación o su propuesta alternativa razonada y fundamentada en la ingente información de campo de primera mano.
Este libro es un testimonio destacado y elocuente de tan extraordinaria labor. Va mucho más allá del anuario o noticiario ornitológico convencional, con una visión más amplia de la ecología de las aves, procurando recoger no sólo el dato anecdótico o las fechas extremas de los migrantes, sino establecer también la fenología de la reproducción, la situación, la tendencia, las amenazas y necesidades de gestión y conservación de todas las especies en que ha sido posible. A la información biológica precisa se une, cuando se ha considerado oportuno, las recomendaciones de gestión necesarias. Además, junto a los artículos de corte ornitológico se han incluido otros de temática conservacionista, considerando, acertadamente, que investigación y conservación, deben ir de la mano. Nos ofrecen, sin duda, un modelo a seguir.
Víctor J. Hernández