Cazarabet conversa con… Víctor J. Hernández, editor de Tundra Ediciones
Conversamos con el editor de Tundra Ediciones, Víctor J. Hernández:
Víctor, ¿cómo es que te lanzas a fundar y trabajar en una editorial pequeña como Tundra? Por cierto, ¿por qué Tundra?, ¿qué significa Tundra?
Desde el punto de vista de un naturalista de campo, que además de interesarse en la observación y estudio de la Naturaleza ha dedicado muchos de sus desvelos a la conservación, se echaban en falta publicaciones que contribuyesen a fomentar estos objetivos. Desde obras destinadas a divulgar la diversidad, la belleza y los valores de la Naturaleza entre el público general, a publicaciones de introducción a este mundo maravilloso dirigidas a niños, jóvenes y principiantes de cualquier edad; así como manuales técnicos para estudiantes y profesionales del estudio, gestión y conservación de la biodiversidad y los recursos naturales; además de textos que ayudasen a promover un cambio de valores en nuestra sociedad: una ética de la Tierra, a favor de un desarrollo armónico y equilibrado con nuestro entorno natural, en equilibrio con aquello de lo que formamos parte. El panorama era y sigue siendo desolador. Gran parte de esos aspectos y objetivos mencionados no están cubiertos. Pero es que, además, la mayoría de obras sobre Naturaleza editadas en el país no son más que traducciones de libros de otros ámbitos, que le quedan realmente lejanos al lector. O son repeticiones y refritos de los mismos esquemas de siempre, que a fuerza de repetirse han ido apagando, en cierta medida, el interés por estos temas. Había que ponerse manos a la obra y lo hice como autor. Pronto me di cuenta de que lo mejor para no caer en las redes del puro mercantilismo, que olvida los fines y los sustituye por la rentabilidad, era la independencia total del mundo editorial convencional. Y que como editor independiente además podría ir sumando a otros autores a esta tarea, que para mí es una campaña pedagógica en toda regla. Una campaña por cambiar mentalidades, actitudes y valores, porque como sociedad y como especie nos va el futuro en ello.
Elegimos el nombre de Tundra porque ese extenso ecosistema, tan representativo del Gran Norte, evoca como ningún otro la Naturaleza salvaje , los grandes espacios abiertos, las tierras agrestes; no en vano fue el que inspiró a Jack London «la llamada de la Naturaleza», esa llamada que tarde o temprano escuchamos también los naturalistas y que aspiramos a transmitir a nuestros congéneres. Además, nos gustó su sonoridad y el que la palabra y su significado sean los mismos en todas las lenguas.
¿Con qué medios partes para hacerlo porque no debe ser nada fácil?
Prácticamente con la ilusión, con las ideas, con las manos, con lo poco que quedó de trabajar con pájaros y con el apoyo de un puñado de amigos que no dudaron en lanzarse a una locura como ésta, y a quienes he de agradecer el haber podido hacer realidad este sueño.
¿Cuál es el equipo humano de Tundra?
Al equipo básico inicial de edición, administración, diseño e ilustración, se fueron sumando nuevos amigos: ilustradores, fotógrafos y otros autores. Todo ello en función de cada proyecto.
¿Desde qué filosofía surge Tundra Editorial? O sea: ¿cuál es vuestra idiosincrasia, vuestra razón de ser?
Además de lo comentado anteriormente, nuestro objetivo es favorecer la producción autóctona, apoyando a los autores de nuestro ámbito, que son los mejores conocedores de nuestra realidad particular, frente a esa producción mayoritaria de traducciones de obras del mundo anglosajón. También nacimos con vocación de lograr que este tipo de publicaciones sean accesibles. Tanto porque no dejen descubiertos determinados temas y públicos, como por los precios de venta. Pensamos que algunas editoriales, que se han dedicado básicamente a editar traducciones, han dificultado en parte el acceso a no pocas personas por los precios excesiva e inexplicablemente altos. Que con esa política han contribuido a poner más trabas a la expansión del interés por la observación y estudio de la Naturaleza en el país.
¿Bajo qué ilusiones salisteis a la calle?
Con toda la ilusión de quienes están convencidos de lo que hacen. De quienes tienen un fin que no es lucrativo. De quienes tienen el sueño de aportar y contribuir a un objetivo, quizás utópico en cierta medida, pero plenamente posible y necesario, como es el de favorecer nuestra percepción y nuestras relaciones con la Naturaleza.
¿Con qué perspectivas?
La verdad es que nos lanzamos a la aventura. Sin experiencia previa sobre los hilos del mundo editorial, no como autores pero sí como editores, no nos quedaba otra que echar a andar y aprender por el camino.
¿Tundra se miró en algún o en alguna otra editorial a la hora de recoger este testigo?
Más que editoriales concretas nos fijamos en las publicaciones. Miramos qué faltaba aquí y qué se venía publicando en otros países, sobre todo en aquellos que han logrado una cultura más avanzada de aprecio y respeto hacia la Naturaleza. Se trataba de valorar si aquellas fórmulas podían ser aplicables en nuestro ámbito, o, más bien, qué se podía aprender de ellas para crear algo nuevo a partir de lo que nos parecía mejor enfocado.
Cuéntanos, ¿cómo ha sido (desde vuestra fundación) vuestro camino como editores y cómo está siendo, en estos tiempos en que esto del libro y el oficio de ser editor está siendo “harto difícil”?
Fuimos y seguimos siendo un sello editorial independiente, pequeño, sumamente frágil, pero tal vez esas características nos dotaron de la agilidad que nos ha permitido sobrevivir en estos tiempos. Comenzamos a publicar en 2008, en plena caída en barrena hacia el fondo de esta crisis/estafa, y lo peor estaba por llegar. Es probable que aún lo esté… Por el camino desaparecieron otros sellos, se proyectaron hacia el mercado exterior produciendo mayoritariamente en inglés o entraron en hibernación, se extinguieron revistas dedicadas a estos temas, las secciones de Naturaleza, medio ambiente y ciencia de la inmensa mayoría de los medios de comunicación fueron de las primeras en caer dentro de esa oleada de despidos masivos que se cebó en el periodismo. Nosotros, con muchas dificultades, seguimos en activo. Pero somos muy vulnerables. Sólo el apoyo continuado de nuestros lectores nos permitirá aguantar. Entiendo que para mucha gente los libros se han convertido hoy casi en un objeto de lujo. Que muchas personas no se los pueden permitir ya. Que otras, pensando en lo que está por venir, que saben bien que no tiene nada que ver con la optimista e interesada versión gubernamental, se esperan ente un libro que les gusta para hacerse con él más adelante. ¡Cuántos lectores me dicen que les interesa tal o cual libro y que lo tienen en la lista de espera para cuando las cosas mejoren! Lo comprendo bien; lo que pasa es que, para entonces, quizás ya no estemos aquí…
¿Qué temáticas quiere y/o acaricia Tundra?
La difusión y promoción de la observación, estudio, gestión y conservación de la Naturaleza, que se encuadrarían dentro de la divulgación ambiental y científica, si bien aspiramos a algo más: a la difusión de ideas, a la divulgación filosófica y a favorecer la creación de vínculos emotivos con la Naturaleza.
Desde el compromiso, ¿se puede hacer, Víctor, buena literatura?
Respondo con otra pregunta: ¿Existe buena literatura sin compromiso, sea éste ético o estético? Creo que queda clara mi opinión. Forma y contenido han de equilibrarse e ir de la mano, pues, además de en el defecto, también se puede caer en el exceso: del compromiso ético pasar a lo panfletario o del estético a lo cursi, que es donde muere la épica en el primer caso y en el segundo la poesía.
¿Qué tirada tenéis, más o menos, por cada título?
La tirada mínima es de mil ejemplares, aunque según la obra podemos superar los dos mil quinientos. Luego vienen las reimpresiones y reediciones.
Ya sabemos cómo los peces grandes se van comiendo a los chicos y en esto del mercado editorial y de los medios de comunicación, con los grandes grupos y demás, es bestial….Es aquí donde la prensa debería jugar un papel trascendental, haciéndose eco y acercándose a muchas ediciones que sin embargo….Dime, Víctor, ¿cómo os trata la prensa?
Suelen ser apariciones esporádicas. Más raras en la prensa estatal. Y a veces con mejor cobertura en el caso de algunas presentaciones por parte de prensa local. Un apoyo importante nos lo ha venido dando la revista Quercus, la decana y prácticamente la única que ha quedado en el sector de revistas de Naturaleza. Lo inalcanzable siguen siendo los suplementos literarios de los diarios de tirada estatal. Son campo de batalla por ocupar espacios (tantas veces publicidad encubierta) entre los grandes grupos editoriales, que dirimen sus cuitas con intercambios de favores, entre otros.
¿Cómo escogéis lo que vais editando? y ¿Cómo os planteáis el tratamiento del material?
Primero, a partir de evaluar qué aspectos nos parecía que estaban desatendidos, definimos un esquema de lo que queríamos hacer: los objetivos, los campos temáticos y los distintos públicos objetivo. Entonces pensamos en las publicaciones necesarias, en contenidos y formatos. Como autor atiendo lo que puedo, y como editor intento integrar otras obras que encajen dentro del proyecto. Elegimos entre las propuestas que nos llegan, pero también vamos en busca de los autores. Es muy frecuente que propongamos, a quien pensamos que por su trayectoria y sus conocimientos puede hacerlo mejor, que se ponga a hacer el libro que pensamos que está haciendo falta en ese campo. En cuanto al tratamiento del material, optamos siempre por la calidad. Dedicamos un cuidado especial a escoger la forma más apropiada a cada contenido.
¿Cómo te vas acercando a las obras que vas publicando? ¿Cómo los vas descubriendo (cómo haces la selección)?
Lo primero, al igual que otros compañeros que también contribuyen a tomar estas decisiones, es leer todas y cada una de las propuestas que recibimos. Y además respondemos siempre, cosa poco habitual en el mundo editorial. Les dedicamos todo el tiempo necesario, como merece el esfuerzo y la ilusión que cada autor le puso a su obra y correspondiendo al honor que supone que haya pensado en nosotros para publicarla. A continuación vemos si encaja en la estrategia planificada. Si es así y tenemos fondos suficientes para publicarlo, vamos adelante.
¿Qué es lo que te motiva de ellos?
Principalmente el que compartamos visión y objetivos, y si además coincidimos en la forma y los medios, me atrapan de inmediato.
¿Qué te motivó, en el caso que nos ocupa hoy, Éticas y poéticas del paisaje de Joaquín Araújo? ¿Cómo ha sido trabajar con una pluma de tanta relevancia entre el colectivo de naturalistas y ecologistas como Joaquín Araújo?
De Joaquín Araújo me motivan todas sus obras. De ellas aprendí mucho y, además, algunas fueron un sostén emocional y filosófico muy importante para mí durante mis años de dedicación exclusiva a la conservación de la Naturaleza. Este libro en particular es especialmente sugerente, lo escribió como discurso de entrada en la Real Academia de las Letras y las Artes de Extremadura, y en él acrisoló el compendio de toda su vida de aprendizaje y reflexión en contacto con la Naturaleza. ¿Trabajar con Joaquín? En realidad esto no es trabajo entre autor y editor, somos dos naturalistas volando tras el sueño compartido de transmitir la brisa que nos alcanzó en los bosques, procurando compartir con la sociedad algo de tanto como recibimos de la Naturaleza. Y yo a la vez admirado de la capacidad única de Joaquín para ello y agradecido de poder participar.
¿A quién va destinado, querido editor, este libro?
A quienes ya lo sepan, pero, sobre todo, a quienes todavía tengan alguna duda de que allá afuera, al aire, en el regazo amable de los paisajes nos aguardan muchas respuestas; entre ellas, acaso las más importantes.