¿Sabías que el tema más recurrente en su obra son las aves rapaces, a las cuales tiene dedicados, de momento, ocho títulos: “Viaje a las rapaces”, “Rapaces diurnas”, “Rapaces nocturnas”, “Buitres ibéricos”, “Aves rapaces y conservación. Una perspectiva iberoamericana”, “El halcón peregrino en España”, “El águila real en España”, “Halcones ibéricos”, más el póster “Rapaces nocturnas ibéricas”?
¿Sabías que, sin embargo, sus aves favoritas son los paseriformes, es decir, los pequeños pájaros?
¿Sabías que su colección de sencillas guías de campo desplegables de bolsillo, conocidas como Cuadernos de Naturaleza Tundra, ha tenido una gran acogida y son muy utilizadas también en actividades de educación ambiental y de turismo rural y de Naturaleza, como cursos de iniciación para principiantes, e incluso de formación para agentes medioambientales, y en charlas e itinerarios, salidas y excursiones guiadas?
¿Sabías que prefiere redactar los textos de sus publicaciones y demás escritos personales a mano, aunque luego le toque dedicar tiempo a teclearlos?
¿Sabías que una de sus pocas “manías de escritor” es emplear papel o cuadernos con las hojas lisas, es decir, en blanco, pues las rayas o las cuadrículas le parecen “poner rejas a la creatividad, lo mismo que tratar de encerrar la poesía en la métrica”? ¿Y que para conseguir estos cuadernos en sus primeros tiempos, como no los encontraba en el comercio se los fabricaba manualmente él mismo, sobre todo para uso como cuaderno de campo?
¿Sabías que otra de estas “manías” es escribir siempre con tinta de color negro, aunque metido en plena vorágine creativa le da igual tanto el tipo de papel como la tinta, aunque luego le incomode -y sabiendo que también es lo de menos- ver en su archivo montones de servilletas, sobres usados y cartones llenos de líneas de color verde o incluso amarillo?
¿Sabías que sus primeras anotaciones y cuadernos de campo datan de finales de los años setenta del pasado siglo?
¿Sabías que en todos estos años ha perdido por traslados o en plena Naturaleza varios cuadernos de campo de su primera etapa prácticamente llenos y que le estaría más que agradecido a quien recuperase y le devolviese alguno de ellos?
¿Sabías que de todas sus obras, incluyendo las enciclopedias, que también se han lanzado en diversos países latinoamericanos, se han vendido más de 300.000 ejemplares hasta el momento, cifra excepcional en la temática de las publicaciones de Naturaleza?
¿Sabías que aparece como uno de los personajes reales de “33 sonrisas y 1 lágrima”, el libro de vivencias del fotógrafo de Naturaleza José Luis Rodríguez?
¿Sabías que desde sus inicios como naturalista, ya en la primera infancia, siempre priorizó la observación de los animales en vivo y en plena Naturaleza antes que la recolección y coleccionismo de ejemplares, incluso en el caso de los invertebrados?
¿Sabías que el primer grupo biológico en el que comenzó a profundizar con métodos de estudio más serios fue el de los insectos?
¿Sabías que a los once años promovió y fundó su primera asociación de estudio y defensa de la Naturaleza? Se llamó ANEVU (Asociación Naturalista y Ecologista de Vall de Uxó), fue constituida con compañeros de distintos cursos del colegio, con un ámbito local y un recorrido corto. El emblema era un águila imperial atrapando un conejo.
¿Sabías que en 4º curso de EGB los maestros le llamaban “enciclopedia”? A él no le hacía ninguna gracia, así que procuró pasar desapercibido entre los gamberros de clase, tendencia que ha mantenido desde entonces. Seguramente, aquellos maestros nunca se enteraron de que muchos años después participaría en la redacción de tres enciclopedias sobre Naturaleza.
¿Sabías que le encargaron su primera charla cuando iba a 6º curso de EGB? Un profesor de otra clase le pidió que diese una charla a sus alumnos sobre el cuaderno de campo y su uso. No le había salido del todo bien lo de pasar desapercibido…
¿Sabías que descubrió la biblioteca pública de su pueblo a los siete años y que desde entonces se convirtió en asiduo lector diario? La lectura ha sido y es muy importante para él, y la considera esencial para formar el pensamiento libre y crítico y la emoción, por lo que procura también promover la lectura, sobre todo entre los niños y jóvenes, cada vez que tiene ocasión. Tardó años en poder comprarse libros sin que le supusiera un esfuerzo extraordinario, pero hoy su biblioteca personal alberga más de 8.000 títulos. Ninguno sin leer, aunque sea parcialmente, pues pocas cosas le irritan tanto como el coleccionismo de libros que nunca se llegan a abrir.
¿Sabías que sus lecturas favoritas son la poesía y el ensayo, y de entre ambas principalmente aquélla?
¿Sabías que ha donado miles de ejemplares de sus Cuadernos de Naturaleza Tundra a centros escolares públicos? ¿Y que dona con regularidad sus propias obras y otras publicaciones que edita a bibliotecas públicas?
¿Sabías que por su manía de llenar de dibujos de aves su mesa de clase, en el instituto le castigaron a dibujar aves sobre papel, y que el cumplimiento del castigo terminó convirtiéndose en una colección de acuarelas de aves que fueron enmarcadas y colocadas para decorar los pasillos de todo el centro?
¿Sabías que durante el servicio militar obligatorio se volvió a repetir este castigo por su tendencia a desobedecer las normas que le parecen absurdas o injustas? Una de las tareas que le encomendaron fue pintar acuarelas de aves para enmarcar en la biblioteca. Y otra fue preparar una colección de insectos de la base militar y su entorno. Una pequeña base de ingenieros de transmisiones, compuesta por poco más de una veintena de personas, situada a 1.600 metros de altitud en lo alto de un pico localizado en el límite entre las provincias de Teruel, Valencia y Castellón. Esta colección de insectos, y desobedeciendo de nuevo, la compuso exclusivamente con ejemplares encontrados muertos de los muchos atraídos cada noche por la iluminación nocturna de la base. Por supuesto, y pese a los castigos y arrestos, todo lo militar le siguió pareciendo absurdo, incluyendo el que le nombrasen cabo primero por no servir para otra cosa (tampoco para ésta) y sin haberse presentado a ello, pero tiene la conciencia tranquila de haberse negado a dar ninguna orden a nadie durante todo el ejercicio de ese “cargo”.
¿Sabías que en su etapa del instituto casi no asistía a clase y que dedicaba ese tiempo a estar en el campo, sobre todo para realizar el seguimiento de la reproducción y observar el comportamiento de aves acuáticas y halcones peregrinos, cernícalos, mochuelos, autillos, lechuzas y búhos reales, y que luego se presentaba directamente a los exámenes de septiembre consiguiendo pasar de curso? Probablemente lo conseguía más que nada gracias a la aquiescencia de ciertos profesores, que esperaban -pobrecitos- más de él.
¿Sabías que las únicas clases que intentaba no perderse eran las de Ciencias Naturales y, sobre todo, las de literatura? En éstas (y también fuera de horario), con la complicidad de un profesor barbudo y manco, y orgulloso de ello como buen cervantista, redescubrió todo el Siglo de Oro y se empapó de la literatura y el pensamiento de las generaciones del 98, del 14 y del 27.
¿Sabías que también lió a otro profesor de Ciencias Naturales para que dedicara muchas horas de su tiempo libre junto a él a reordenar, reclasificar y poner al día las colecciones de Naturaleza del laboratorio del instituto, especialmente las de insectos y otros invertebrados? A aquel profesor le debe el haber conseguido algunas de sus primeras guías de campo, como la de mamíferos de Europa de Van den Brink, de 1971, puesto que prefirió que en lugar de seguir llenas de polvo en el laboratorio pasasen “a mejor vida” en manos de un joven naturalista que las iba a devorar y pasear interminablemente por el campo.
¿Sabías que ante las dificultades económicas familiares, que tan sólo iban a poder permitirle estudiar hasta completar el bachillerato (lo mismo que a sus hermanas, una de las dificultades de las familias numerosas con pocos recursos), finalmente decidió dejar el instituto para comenzar a trabajar, conseguir algo de dinero para poder comprar libros, formarse por su cuenta y disponer de más tiempo para dedicarse a observar y estudiar la fauna?
¿Sabías que buscando la máxima disponibilidad de tiempo libre para estar en la Naturaleza siempre optó por empleos que le dejaran muchas horas libres, a costa de los ingresos, claro? Así, pasó por numerosos trabajos: por el primer oficio que aprendió, que fue el de pastelero, y por otros como jornalero en la recolección de tomates y peras, hornero en una fábrica de azulejos, taxidermista, repartidor de zapatos para repuntar, peón de albañil… hasta que se tituló como técnico en paisajismo y restauración ambiental y comenzó a trabajar en este área; más tarde como vigilante forestal, con once temporadas en la lucha contra los incendios forestales; y, ya posteriormente, como consultor ambiental.
¿Sabías que durante la mayor parte de los once años que estuvo trabajando como vigilante forestal en uno de los espacios naturales mejor conservados del mediterráneo ibérico, la Sierra de Espadán, su calendario laboral intensivo consistió en trabajar semana sí semana no? Esto le proporcionó una gran cantidad de tiempo libre, que le permitió leer, estudiar y escribir mucho durante las largas jornadas laborales, diurnas o nocturnas, de diez o doce horas, desarrollar una ingente labor de activismo cívico a través de las asociaciones de estudio y conservación de la Naturaleza, y viajar mucho y repetidamente, especialmente por casi cada rincón de toda la geografía ibérica, con frecuencia en solitario por no poder contar con compañeros de viaje fuera de fines de semana y festivos, que no dejaban de sumarse en esas ocasiones.
¿Sabías que estuvo durante más de diez años en “primera línea de fuego” de la defensa de la Naturaleza, el medio ambiente y el patrimonio histórico-artístico como secretario general de una de las principales asociaciones de estudio y conservación de la Naturaleza de la Comunidad Valenciana, el GECEN, y que ha sido o es miembro activo, y en algunos casos fundador, de 25 asociaciones y entidades científicas y ONGs de conservación de la Naturaleza de ámbito regional, estatal e internacional?
¿Sabías que puso en marcha una de las primeras experiencias de custodia del territorio de la Comunidad Valenciana, consiguiendo crear una red de 23 reservas biológicas para proteger algunos de los hábitats más valiosos?
¿Sabías que elaboró los informes que sirvieron de base para la protección de algunos espacios naturales emblemáticos, como los Marjales de Almenara, la Sierra de Irta o la Dehesa de Soneja?
¿Sabías que a partir de su propuesta e intercesión se realizó el primer seguimiento vía satélite de pollos de águila harpía en el mundo?
¿Sabías que fue el coordinador de los programas de seguimiento de poblaciones aves de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) en la Comunidad Valenciana de 2003 a 2011?
¿Sabías que coordinó el inventario de Zonas Importantes para Mamíferos (ZIM) de la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM) en la provincia de Castellón?
¿Sabías que su principal área de campeo habitual (local patch) como observador de aves y naturalista son los Marjales de Almenara, un humedal localizado junto al mar Mediterráneo entre las provincias de Valencia y Castellón. Y que reunió sus observaciones de aves realizadas en esta zona a lo largo de 25 años en el libro “La comunidad de aves de un humedal litoral mediterráneo. Estructura dinámica y conservación” en 2008? Actualmente son ya 32 años los que lleva observando aves y Naturaleza en esta localidad. Otros de sus local patch favoritos desde hace más de veinte años son las Sierra y Llanos de Barracas-El Toro y la Sierra de Espadán.
¿Sabías que ha tenido la fortuna de viajar y conocer personalmente algunos de los principales ecosistemas y regiones biogeográficas del Planeta que siempre soñó visitar más allá de la región europea y de la mediterránea, como por ejemplo, y de momento, la selva amazónica, las altiplanicies y volcanes de los Andes, los bosques nublados ecuatoriales, las sabanas tropicales y costas e islas del pacífico, los desiertos africanos, incluyendo el Kalahari y el Namib, las sabanas, estepas arbustivas, ríos y humedales tropicales africanos, la zona mediterránea de El Cabo, las costas sudafricanas, etc.
¿Sabías que también trabajó en la administración ambiental, como asistente técnico, hasta comprobar la enorme resistencia a aplicar acciones que realmente tuvieran un efecto práctico y eficaz en la conservación de la Naturaleza, especialmente si pasaban por tener que hacer cumplir la ley a otros departamentos de la propia administración, de otras administraciones o a determinados propietarios o colectivos a quienes se les pudiera importunar con ello?
¿Sabías que casi todos los principales partidos políticos le han sondeado para tratar de incorporarlo a sus filas, y que siempre ha dicho que no, que su papel no está en ser político sino en tratar de influir, en la medida de sus modestas posibilidades, en las políticas a favor de los derechos humanos, el medio ambiente, el desarrollo sostenible y la democracia desde el activismo cívico?
¿Sabías que ha recibido no pocas propuestas de soborno y amenazas tanto por parte de políticos locales, provinciales y autonómicos como de empresas promotoras de proyectos muy impactantes sobre el medio o la salud de las personas, para que no se opusiese o que apoyase esos proyectos? Siempre ha respondido y responderá que NO.
¿Sabías que… poco a poco iremos incorporando más curiosidades a esta sección?